—Joven caballero Acepto que, por favor, me guíe hasta el comedor. —Sonríe Mena siguiendo mi juego mientras estira su mano con la intención de que la tome.
Acepto gustoso su gesto y la escolto como todo un caballero hacia el comedor, en donde no solo esperan los tres hombres con una decoración de la que no me había dado cuenta cuando estuve aquí la primera vez, sino que también todo está dispuesto y listo para hacer la propuesta. Apenas la pareja se ve, se olvidan de mi existencia y se toman de las manos con nerviosismo. Quizás ella ya había notado que Gio estaba planificando algo atrás de bambalinas, pero como toda buena actriz se dedicó a observar hasta que fue el momento en que él quiso revelarle toda la verdad. Primero la invita a bailar una canción suave, digna de ellos dos. Al ser una reunión familiar e íntima, no tengo que preocuparme porque esto se filtre de alguna manera ya que confío en la discreción de mis empleados. Aunque será una noticia que mueva el mundo, no creo que