—Joven amo, la señora Horst lo espera en el recibidor para fumadores. —Informa Johan, el mayordomo de la mansión mientras me quita el saco que completa el traje formal que cargo puesto —. Llegó hace un rato pidiendo verlo y dijo que lo esperaría de ser necesario.
—Eso es raro. —Digo poniendo una mano en mi barbilla —. Se supone que ya despedimos a su exesposo y ella tiene las acciones que él manejaba, ¿qué estará buscando, y por qué?
—Debe ser un plan de emergencia. —Irrumpe Mena con rostro serio —. Ahora que ella tiene las acciones quizás pida pertenecer en la mesa de socios, y teniendo en cuenta lo dependiente y manipulable que es, quizás quiera ser la marioneta de su ex.
—Eso no tiene lógica. —Digo confundido.
—Créame, joven amo, a veces los adultos son ilógicos e idiotas.
—¿Eso significa que admites que no eres adulta? —Bromeo un poco mientras camino al recibidor de fumadores.
—¡Joven amo! —Reprende haciéndome sonreír, pues siempre se ha visto tierna molesta —. Por ahora, pongamos en su lugar a la visita y después hablaremos seriamente.
Ella me sigue el paso mientras caminamos hacia el recibidor de fumadores, donde al llegar, me espera una mujer joven con un cigarrillo en la mano y moviendo el pie con nerviosismo. Su apariencia grita que es una mujer que se destaca por su belleza física.
—Buenos días señora Horst. —Saludo sentándome en el sillón frente a ella —. Me informaron que quería hablar conmigo.
—No quiero tener mis acciones. —Dice directa, dejándome totalmente sorprendido —. No es que no quiera tener las ganancias que me generan, lo que no quiero tener es la responsabilidad de manejarlas.
Debo admitir que esto no lo esperaba. Soy consciente de que ella no es el tipo de persona que se concentra en su negocio y busca ganancias, más bien, su comodidad es su principal preocupación. Sin embargo, creí que al menos querría cuidar lo que por derecho le pertenece, porque sin esas acciones ella no tendría la vida cómoda de la que disfruta. Pero el hecho de que haya pensado en dármelas me dice que al menos su ex no la controla, y por lo que veo, tengo la oportunidad de sacar provecho de esto.
—Mmm… No estoy seguro de que puedo hacer para ayudarla. —Declaro para ir tanteando terreno.
—Es muy sencillo. —Suspira golpeando un poco su cigarrillo para botar la ceniza —. Las acciones están a mi nombre, pero aceptaré que las manejes tú y me des mis ganancias mientras no se derrumbe la empresa.
—Sí, es muy sencillo. —Digo suspicaz, porque si algo tengo entendido es que ella no sabe lo que me está pidiendo.
Básicamente quiere convertirse en inversionista para soltar las responsabilidades de un accionista, pero sin dejar de ganar dinero como está a costumbrada. Lo cierto es que, si me vende sus acciones, pero invierte en mi empresa, tendría un ganar-ganar porque no perdería un activo importante. No es una mala idea, pero todo suena demasiado bueno para ser verdad. Este es momento para poner en práctica un conocimiento importante que Gio me hizo grabarme a la fuerza cuando le pedí que me enseñara todo lo necesario para sobrevivir en este mundo. Me dijo que era lo más importante y que nunca debía olvidarlo, porque la mayor parte de los contratos dependen de eso.
Recuerdo bien que estábamos jugando un juego en el que era importante que entendiera lo que era un estado de cuenta, y entonces me ofreció un trato que era ganar-ganar, pero cuando quise sacar mis ganancias de lo que él invirtió, no fue lo que esperaba. Entonces me explico lo importante que era que estuviera atento a cada palabra, y si era posible, a cada mínimo detalle de cada contrato que llegara a mis manos para que así no perdiera nada de lo que debía ganar y sacara ventaja si era necesario. Pero si en algún momento veía que el trato era muy bueno después de un ataque directo, es porque venia con una trampa de seguro debido a que las cosas buenas no pasan ni tan seguido ni tan esperado.
—Lo cierto es que su propuesta es muy interesante, así que hablare con mi abogado para que redacte los documentos necesarios para la transferencia de acciones. Claro, esto llevara un tiempo, por lo que pido su paciencia hasta que todo esté listo y en regla. —Propongo con una sonrisa amable, pero noto que se ha puesto tensa debido a mis palabras —. No hay ningún problema con esperar, ¿verdad?
—¿Transferir mis acciones? —Pregunta desubicada, como si no fuera lo que esperaba.
—Por supuesto. —Conservo mi sonrisa —. Dijo que no quiere tener la responsabilidad, y si viene a hablar conmigo, ¿no significa eso que quiere pasarme sus acciones? Lo único que usted tendría que hacer seria invertir con regularidad en los proyectos.
—Por su puesto. —Sonríe tensa mientras vuelve a llevarse el cigarrillo a la boca —. Pero yo pensaba que mantendría mis acciones, mientras tú las manejas, y me dices donde y cuando invertir.
—Eso no se puede hacer señora Horst, sería contra las reglas. Además, si yo manejo las acciones que están a su nombre, podría causar problemas para la empresa y a mi imagen. Entonces habría problemas con los otros accionistas e inversores. —Explico tranquilo sin dejar de verla —. Si lo que necesita es tener ganancias sin la responsabilidad de manejar las acciones, entonces transferirme las acciones a través de un documento legal es primordial.
—Es entendible, ¿y como quedaría lo de las inversiones?
—Yo le avisaría cualquier momento en que la necesitara.
—Entonces podemos dejarlo así. —Apaga el cigarrillo y se levanta del sillón en el que estaba sentada —. Esperare esos papeles, pero tambien le pediré a mi abogado que prepare los papeles para la transferencia.
—Está bien. Otro día quedamos para dejar los puntos claros. —Sonrío ofreciendo mi mano sin borrar mi sonrisa y ella la acepta.