El sonido de una notificación rompió el silencio. Era apenas las 6:04 a.m. cuando Valentina abrió los ojos. La pantalla de su celular se iluminaba sin cesar: Telegram, Twitter, WhatsApp, incluso llamadas perdidas de números desconocidos. Todo al mismo tiempo.
Se levantó de un salto y abrió su portátil.
En la página principal de *La Voz Libre*, una noticia a sangre fría y letra roja encabezaba el sitio:
“Red criminal de corrupción y tráfico humano involucra altos funcionarios, empresarios y fundaciones médicas.”
Subtítulo: “Nombres, pruebas y videos inéditos.”
Sebastián, con el torso desnudo y una taza de café, se acercó desde la cocina improvisada.
—Primer disparo... certero. —Sonrió con esa mezcla de orgullo y peligro que lo hacía irresistible.
Valentina apenas respiraba. Dio clic en el enlace. El video empezaba con una mujer de voz firme leyendo los nombres. Imágenes, documentos escaneados, videos borrosos de transacciones en efectivo, rutas de tráfico médico y una lista que cerraba