Capitulo 25. El Fantasma En La Cuenta
A la mañana siguiente, el aire en la sala de control del búnker era frío y estéril. Isabela se enfrentó a Alessandro, no como una pupila temblorosa, sino como la socia que él mismo había nombrado. Entre ellos, sobre la mesa de acero pulido, había una tableta que mostraba un intrincado mapa de la yugular financiera de Marco Bellini.
Durante la noche, se había aferrado a la misión que él le había dado como un náufrago a una balsa. El trabajo la había anclado, le había impedido ahogarse en la verdad monstruosa de su situación.
—He aislado siete corporaciones fantasma principales —comenzó, su voz un instrumento frío y preciso, desprovisto de la histeria de la noche anterior—. Todas registradas en paraísos fiscales, pero sus movimientos de capital se canalizan a través de tres bancos de inversión en Nueva York, Londres y Hong Kong. He trazado las transacciones. Bellini está sobreapalancado en el sector de las tierras raras. Si el mercado sufre una corrección, por mínima que sea, podemos pr