El reloj en la pared marcaba las nueve de la noche, pero Matteo apenas había notado el paso del tiempo. Su despacho estaba inundado de papeles: documentos legales, registros financieros de la herencia y fotografías que él mismo había tomado en Italia, intentando descifrar las claves ocultas en el legado de los Mancini. Era un rompecabezas oscuro, lleno de piezas que no terminaban de encajar, pero que tenía una cosa clara: esta herencia era más peligrosa de lo que nunca hubiera imaginado.
El eco de las palabras de Aurora aún resonaba en su mente. Marco había traicionado su confianza, y ahora ambos estaban más expuestos que nunca. Matteo sabía que no podían quedarse de brazos cruzados. Pero la pregunta que lo atormentaba era: ¿qué camino tomar? ¿Usar los recursos de la herencia para enf