Mundo ficciónIniciar sesiónLa habitación estaba iluminada solo por la tenue luz de la lámpara del velador. Caroline estaba acurrucada contra Mariano, mientras él le acariciaba la espalda en silencio, oliendo aquel aroma de su cabello que jamás olvidaría.
Y aunque revelar lo que iba hacer podría ser algo doloroso, sabía que era algo que él debía decirle, pero no era algo fácil, se quedó quieto, con la mirada fija en el techo. - “Mariano”, murmuró ella, levantando el rostro. “¿Qué te pasa?” Él tragó saliva, acariciándole el cabello con un gesto nervioso. - “Necesito contarte algo, y quiero que recuerdes que te amo, que empecé a amarte cuando eras Paulina Pérez y no tenía idea alguna de lo que estabas atravesando o de tu pasado, te habías convertido en mi mundo”, expresó Mariano. Caroline frunció el ceño, incorporándose un poco sobre la almohada. - “Dímelo”,






