Mundo ficciónIniciar sesiónEl sonido de la lluvia fina golpeaba suavemente los ventanales de la casa en Milán. Caroline había despertado antes que Mariano, y permanecía en la cama con las manos sobre su vientre. Cada día que pasaba sentía con más fuerza que esa vida en su interior era la confirmación de que todo había cambiado.
Mariano abrió los ojos despacio y la encontró allí, contemplativa. Se incorporó, apoyándose en un codo, y la observó con una mezcla de ternura y asombro. - “Siempre que te miro así, pienso que nada malo puede alcanzarnos”, murmuró él, con voz ronca de recién despierto. Caroline giró hacia él y sonrió. - “¿Lo dices porque estoy toda desordenada?”, cuestionó Caroline. Mariano rió suavemente, inclinándose para besarle la frente. - “Lo digo porque estás hermosa, porque estás completa. Y porque llevas dentro lo mejor de nosotros dos”, re






