POV Alexander
Llevo varios meses en este país por una misión y tengo que fingir que soy un maldito delincuente. En el cuartel me crearon una falsa identidad para poder ver a cada uno de estos hombres que son una bola de criminales.
Aunque en estos momentos estoy por órdenes, porque si fuera por mí ya había arrestado a todos estas ratas, pero las órdenes de mis superiores todavía no las obtengo; ellos quieren que atrape a un pez gordo y estos solo son charales.
Pero desde que veo a todos estos criminales, una ira se apodera de mí al recordar cómo mataron a mi padre y le prometí que encontraría a esa alimaña que le quitó la vida y lo encerraría para siempre.
No me gusta mucho el juego y además no desperdiciaré mi dinero en estas artimañas que están llenas de engaños y donde todo ese dinero está manchado de sangre.
—¿Qué ves, Alexander? —escucho la voz de mi amigo Cesar. Él está en otra parte del casino, también en busca; él es mi compañero.
—Todo sigue igual, sin novedades, y deja de us