POV Evolet
Hasta que por fin Franco es mío y claro que será mío, solo mío. Después de una arriesgada táctica, por fin este bombón me lo comeré completo.
Veo cómo salimos del cuarto de entrenamiento por una puerta que yo no sabía que existía. Noto como sus pasos de Franco son tan ágiles y claro que está desesperado; siento su erección en mis glúteos.
Y ya anhelo ver a este bombón completamente como Dios lo trajo al mundo. Qué linda vista voy a tener esta noche.
Después de un momento, por fin salimos de ese pasadizo y veo que entramos a una sala. Franco sigue caminando por un momento más hasta que por fin llegamos a una puerta. Él la abre y entramos los dos a una habitación con las cortinas de color negro. Él me deja con cuidado en la cama que también tiene las sábanas de color negro.
—Veo que el negro es tu color favorito.
—Me gusta, me queda bien.
—Mmm, y yo sé de qué manera te mirarías mejor.
Me levanto de la cama y me pongo frente a él. Lo miro de pies a cabeza y levanto un poco mi