¿Existen las segundas oportunidades para comenzar desde cero? Las historias de amor, no siempre son sobre una secretaria que se enamora de su jefe millonario. O de mafiosos italianos enamorándose de su rehén «aunque, debo admitir que ese tipo de historia son mi placer culpable». También existen los romances en personas normales, con vidas normales, como la mía. Ésta es mi historia, y espero que te guste. Mi nombre es Emilia Paccieco. Tengo 25 años. Soy una chica normal, un poco nerd, un poco odiando al mundo, enamorada de la música y con un carácter de los mil demonios. Cansada de mi vida, un día tomo una mala decisión; pero un par de acontecimientos ocurren en mi vida, lo que hace que mi mundo cambie por completo, o al menos a cómo yo lo veía. Felipe Santa Ana tiene 26 años. Está empezando desde cero después de haber perdido todo, ya que él cree que es la oveja negra de su familia, por haber dejado todo por ir tras la mujer que le quito todo: sus sueños de una relación estable, una casa, un auto y su propio negocio. Por azar de la vida ambos descargamos una aplicación de citas online y a pesar de tener otros Match's, logramos conectar. ¿Tendremos una oportunidad Felipe y yo? ¿Me aceptará con todos mis demonios? Si te interesa saber como continúa mi historia, sigue leyendo :-P Portada hecha por Andrea Paz. Se prohíbe cualquier copia parcial o total de la obra. Registro oficial es SafeCreative 2105087776850 Todos los derechos reservados para Andrea Paz PS.
Leer másTres meses después de la partida de mamá sumado al insomnio que esto me generó, retomé la lectura un día cansada de tanto pensar. Tomé mi Kindle y comencé a leer algunos libros que tenía en mi biblioteca. Pasaba horas leyendo y era lo único que me despejaba por completo del recuerdo de mi madre.Digamos que no ayudaba mucho el hecho de estar viviendo en su casa, con sus recuerdos y sus cosas, pero por ahora era lo mejor.Felipe me ha dejado “ser”, me ha dado todo el tiempo del mundo para vivir mi duelo de esta forma, y si bien estoy con ellos todo el día, me tomo mis tiempos a solas para leer y no pensar. He vuelto a escuchar música mientras leo y me pierdo en las letras y las historias de cada libro.Un día, mientras buscaba algún libro nuevo para leer, me llega una notificación de Facebook, ya que alguien le hab&iac
FELIPEEmilia lleva un par de meses con insomnio, pero no le digo mucho, porque entiendo que es su forma de pasar la pena y no la juzgo, jamás podría ponerme en su lugar, porque tengo hermanos, y si bien por obviedades de la vida, en algún momento a mis papás les tocará partir, tendré a mis hermanos para no sentir ese vacío que describe ella.Me levanto al baño y miro la hora en el móvil 05:15 am, y Emilia no está en la cama, por lo que voy a la sala para ver cómo está. La encuentro en el sillón abrazada a sus piernas, mirando a la nada.—¿Cómo estás bonita? —le digo mientras la arropo con una manta y me siento a su lado.—Hay cosas que nunca voy a entender de mamá, y a pesar que no nos llevábamos del todo bien… extraño las cosas cotidianas ¿sabes? &md
Felipe me tiene entre sus brazos abrazada, y sin dejar de llorar, me sigo repitiendo en la cabeza una y otra vez que perdono a mamá por todo, y que me perdone si alguna vez le fallé.—Eres la mujer más valiente y fuerte que conozco amor. —me susurra mientras me contiene entre sus brazos.—Lo único que quiero es que, si se va, se vaya livianita, sin culpas. —logro musitar, Felipe me suelta del abrazo, besa mi frente y se vuelve a sentar frente a mí y me toma las manos.—Yo también le quiero pedir perdón, por no haberla comprendido sino hasta ahora. —dice con la voz quebrada— Y también quiero pedirle perdón por no haber sido lo que esperaba para Emilia, pero que sepa que la amo con mi alma y no la dejaré sola, que la cuidaré y protegeré hasta mis últimos días. —dice y a pesar de la pena, le sonrío.
FELIPE«Comprendo que Emilia tenga tanto miedo, finalmente con todas sus patologías, no ha querido salir de casa, y sobre todo y más que por ella misma, es por Andrés que, si le tocara vivir algo como eso, cómo se lo explicaríamos, si ni siquiera soporta usar una mascarilla» pienso.—Amor, me voy a bajar yo primero. Entraré a ver a Angélica y según cómo la encuentre, te vengo a buscar para que bajes con Andrés. —digo y ella asiente con una cara de miedo que me contrae el corazón.Bajo del auto, abro la reja y entro hasta la puerta, golpeo un par de veces, pero no escucho nada, por lo que con la llave de Emilia entro a la casa. Con temor a encontrar el peor panorama, camino por el pasillo hasta las habitaciones y la llamo—¿Angélica? —digo y no hay respuesta. Trago el nudo que
FELIPEFinalmente, después de ese ultimátum que me dio Emilia, al mes encontré trabajo donde llevo un año. Quizás estuve aspirando a mucho, sin sopesar las consecuencias que mis actos estaban provocando.Emilia siempre me dijo que, si hubiese sido al revés la situación, no le hubiera importado tener que barrer calles de ser necesario, con tan sólo ayudar a resolver los problemas económicos que teníamos, y cuando me lo planteo así, me di cuenta que soy un hombre joven, tengo dos manos, dos piernas y puedo hacer lo que sea por sacar adelante a mi familia, y eso hice.Dejé mi ego a un lado y postulé a cuanto trabajo encontré, por lo que hoy estoy trabajando en un Valet Parking de una prestigiosa clínica, donde además de darme cuenta de que cualquier tipo de trabajo te engrandece como persona, he conoci
FELIPEMe levanto y me siento fatal. Siento que la cabeza me va a explotar y la nariz completamente congestionada. Veo la hora en el móvil y son las 05:30 am. Aún falta para que suene la alarma, pero de verdad siento que me pasó una aplanadora por encima.Tomo algo para el dolor de cabeza, abro el notebook y escribo un correo, dirigido a Jorge que es el chico que me entrevistaría hoy.Estimado Jorge:Primero que todo, saludarte. Quería saber si hay alguna posibilidad de aplazar la entrevista para este lunes, ya que estoy con un catarro terrible y a penas si me puedo el cuerpo, y por supuesto, no quiero ir a repartir virus a tu trabajo, sería un tanto irresponsable de mi parte.Quedo atento a tus comentarios.Saluda atentamente,Felipe Santa Ana.Enviar.
Me limpio la cara, inhalo y exhalo profundo un par de veces y salgo rumbo a casa. Debía llegar a casa a preparar las maletas de Andrés y las mías, ya que pasaríamos el año nuevo con mamá. Entra un mensaje al móvil, asi que aprovecho un semáforo en rojo para verloMelania: Emi, Alfredo le consiguió una entrevista a Felipe, mañana a las 09:00. Ya le avisamos a él, pero te quise avisar a ti también.Emilia: ¡¡Qué emoción!! ¡Gracias Mela! Te juro que ya esto me estaba superando :-PMelania: Te creo, sé lo que se siente.Emilia: Hablámos luego, que voy conduciendo.Melania: Oki, no hay problema :-*Voy feliz a casa. Paso a comprar algo rico para la cena, para celebrar por esta buena noticia.Emilia: estoy en cinco :-)
A un mes del cumpleaños número tres de Andrés ya estaba cansada de seguir mintiéndole a mamá y a la familia. Felipe aún no era capaz de encontrar trabajo y prácticamente era un hijo más al que mantener, lo que deterioraba nuestra relación día a día.Estábamos completamente endeudados, el dinero que ganaba en mi trabajo alcanzaba para pagar la hipoteca y las cuentas básicas, por lo que a duras penas lograba estirarlo para comer y los pañales de Andrés. Me sentía completamente destrozada, porque no me entraba en la cabeza que Felipe no reaccionara. Tenemos un hijo pequeño con necesidades especiales al que alimentar, atender y dar terapias; pagar deudas y él en casa como un zángano.Todo ese amor desbordado que sentía por Felipe se apagaba día a día. Llegar a casa y encontrar el mismo desord
Leer más
Leer más
Leer más
Leer más
Leer más