Punto de vista de Josefina
Papá había pasado los últimos días organizando una boda que superaría a todas las celebraciones. Prometía ser más grandiosa que cualquier boda anterior, con Alfas de otras manadas asistiendo también.
Mi única preocupación era mantener a mamá tranquila y lograr que caminara por ese pasillo, paso a paso. No quería abrumarla y, a juzgar por los ojos desorbitados que me miraban a través del espejo, necesitaba un poco más de alcohol.
—Mamá, toma un poco más de burbujas. —vertí lentamente un poco más de champán en su copa de flauta.
—No puedo caminar por el pasillo borracha, Josi.
—No estarás borracha mamá, solo relajada. —la animé mientras la tía Elena se ocupaba de su cabello y María le aplicaba maquillaje.
Mantuve un grupo pequeño para prepararla, pensé que si agregaba cualquier persona más habría cancelado todo el asunto.
Lo siguiente en la lista de preparativos de la boda era ponerle el vestido, uno que elegí yo misma.
—Bien, el cabello y el maquillaje están l