Punto de Vista de Carla
No pude conciliar el sueño. No dejaba de pensar en lo que le había pasado a Rosa y me resultó imposible escapar de los recuerdos de sus desgarradores gritos durante el examen médico.
Su cuerpo estaba lleno de moretones. El responsable había sido brutal, nada parecido a lo que se esperaría de una pareja. Esta pobre chica tardaría mucho en recuperarse. Lo ocurrido la había destrozado por dentro.
La sostuve durante todo el proceso. Apenas la conocía, pero algo de su experiencia resonó profundamente en mí. Durante el resto del día no pude sacarme sus llantos de la cabeza, lo que me provocó náuseas una y otra vez.
Las parejas pueden ser crueles.
No le expliqué para qué era la pastilla, simplemente le dije que la tomara. ¿Estuvo mal? ¿Abusé de su confianza?
Con su juventud y todo el camino por recorrer, no merecía cargar con semejante peso. Si ese tipo era realmente su pareja, ella llegaría a comprender algún día que los verdaderos compañeros son regalos, no castigos.