Punto de vista de Carla

Se me necesitaba en el centro médico, pero primero tenía que asegurarme de que padre y Elena estuvieran bien, de que los niños estuvieran a salvo. También necesitaba advertirle a Elena. Él no había venido hasta aquí solo para retirarse sin más... Había venido por una razón, supiera o no que ella estaba aquí.

Sentía cómo la rabia ardía en mis venas, quemándome desde dentro.

Acababa de hacerme quedar débil frente a otro alfa. Un alfa que seguiría atacando hasta que abandonáramos estas tierras, pero habíamos llegado tan lejos.

Ya no éramos solo un reasentamiento de exiliados, éramos la esperanza de una segunda oportunidad en la vida, una nueva oferta para aquellos que habían sido heridos, rechazados.

Entré en la casa del alfa y encontré a padre y Elena entreteniendo a los niños con burbujas, mientras estos luchaban por estallar tantas como pudieran. Un ambiente de risas suaves llenaba la casa, sus mentes distraídas de la amenaza inminente que casi tocó la puerta.

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