¿Problemas de control de lobo? !Unámonos a una manada! A Dalila de 17 años de edad no le interesa mucho encontrar a su mate; ella solo quiere aprender a controlar a su loba para así poder continuar con su plan de vida: Ser la mejor maestra de lobeznos del mundo. ¿Su madre? Quiere que se unan a la manada que la vio crecer: Luna de Sangre. Lo que no le dijo es que tiene un fuerte flechazo por el Alfa de la manada y que llevan años hablando sobre unir sus vidas como pareja. Realmente no tendría problema con un padrastro, pero con lo que si tiene un serio problema es con el idiota de su hijo y próximo Alfa, Jacob. Tal vez está siendo demasiado dramática, sin embargo cuando descubre que no es una loba común, su muy tranquila vida se pone patas arriba, literalmente. Solamente está segura de tres cosas: -Jacob es idiota. -Sus nuevos amigos están más buenos que un pan. -Jacob tiene la cara, los ojos y el cuerpo más perfecto que ha visto en su vida... lástima que sea un idiota.
Leer másJacob
Estoy contando hasta diez muy lentamente para tranquilizarme.
No tiene caso que me enoje y haga una escena solo porque una loba, otra vez, está extendida en mi cama ofreciendo sus servicios.
Hace unos años hubiera estado feliz de aceptar la invitación, pero últimamente mi lobo está inquieto. Kell, como groseramente se presentó conmigo cuando cumplí los 18 años, está intentando tomar el control para despedazar a esta hembra que no respeta nuestro espacio.
- No sé cómo entraste, no sé cómo entran todas pero por favor te pido que te vayas y que no vuelvas. - dije todo lo calmado que pude.
- Alfa, ha sido un día difícil ¿Por qué no vienes aquí y te quito la tensión de tus... anchos y poderosos... hombros? - dijo la loba acariciando su cuerpo con sensualidad.
Un escalofrío de repulsión me llenó el cuerpo. No podía creer que fuera la tercera vez en esa semana y ni siquiera era viernes.
- O sales de mi cuarto por tu propio pie o dejo salir a Kell y que sea él el que decida cómo sacarte. - Dije dejando que mi lobo saliera un poco en mis rasgos.
La loba se puso pálida, pues era bien sabido que Kell era un macho al que le importaba muy poco acabar con una hembra.
Rápidamente salió disparada de la cama y en un pestañeo me quedé solo en mi cuarto.
Lástima que no pasase mucho tiempo antes de que mi puerta se abriera nuevamente.
-¡Hola big J! ¿Cómo es que se llama la pequeña loba que me pasó como una exhalación? ¡Está buena!
Si, este tipo es mi mejor amigo Damián. Tenemos la misma edad y los mismos gustos, lo único diferente es que él se tiraría hasta una piedra si pudiera.
-¿Necesitas algo, Dam? - dije cortando la tontería que seguramente estaba por decir.
-¡Vamos JJ! Puedes compartir con tu hermano del alma... bueno, tampoco es para que pongas esa cara. Si la quieres para ti solo tenías que decirlo.
- Al grano, ¿Qué necesitabas?
-Oh, eso. Pues tu padre te mandó a llamar, dice que es importante, pero que no es urgente. Si estás ocupado, puede esperar. Está la sala del Consejo.
Solté un suspiro. Como futuro Alfa mayor de la manada Luna de Sangre tenía obligaciones 24/7 Por lo que este pequeño respiro que iba a tomar en forma de siesta iban a ser los 20 minutos de sueño que iba a conseguir hoy.
Seguí a Damián hasta la sala de Consejo que se ubicaba en la planta baja de la casa de la manada y esperé en la puerta mientras mi amigo me anunciaba.
- Alfa Gabe, mis disculpas, he traído al Alfa Jacob. - dijo con toda la ceremonia y protocolo ridículo que venía con su título.
- Gracias, Beta Damián. Puedes retirarte por el resto del día. Hoy al igual que ayer has servido bien a tu manada.
Mi amigo hizo una reverencia aceptando la despedida y se marchó dándome un pequeño guiño antes de irse.
- Hola padre, ¿Querías verme? - pregunté cerrando la puerta.
- Acércate cachorro, quisiera preguntarte una cosa. - dijo mientras cerraba el libro de contabilidad en el que había estado trabajando todo el día. - Dime, ¿Tienes planes para encontrar a tu mate?
Me congelé a mitad de camino de sentarme. Mi padre nunca me había preguntado por mi vida sentimental hasta ahora. La pregunta era entonces ¿Por qué a mis 26 años le surge la curiosidad sobre mi posible vida amorosa?
Como pude me senté y respondí con la verdad.
- Padre, como sabes mis deberes de manada me mantienen ocupado en el territorio. No he sentido a mi mate cerca, por lo que no debe de estar aquí, aún no ha nacido o ya dejó de existir. Aún soy joven y si en el futuro siento la necesidad, entonces viajaré a las otras 9 manadas para buscarla. Mientras tanto, mi presencia es necesaria aquí.
Mi padre miró por largos segundos antes de que se levantará y empezará a pasear por la habitación.
- Yo tampoco sentía inclinación de buscar a mi mate y como bien sabes se encontraba justo en esta manada. Estaba tan dedicado al trabajo que perdí preciosos años con ella. Para cuando la sentí, no podía creer que solo se encontrara a unas casas de distancia. Después de emparejarnos tardamos un año en concebirte. Fue el mejor día de mi vida, nada nunca me trajo más felicidad que saber que mi pareja me amaba, que yo la amaba y que haríamos una familia en el futuro. Por eso cuándo ella... cuando la perdí, me juré que no dejaría que eso te pasara a ti. Pero míranos ahora, estamos tan llenos de trabajo que no tenemos tiempo para pensar en la familia...
Estaba muy sorprendido, mi padre casi nunca hablaba de mi madre. La perdimos cuando me dio a luz en medio de un parto difícil así que no la conocí y lo único que sabía de ella es que fue la mejor Luna que ha tenido la manada: Cariñosa, alegre, siempre preocupada por todos dio toda su dedicación al bienestar de la manada.
- Padre, yo...
- No tienes que hablar cachorro, solo tienes que pensar en lo que te dije. No desperdicies una vida llena de felicidad al lado de tu mate solo porque sientes que debes de poner siempre a tu manada primero. Recuerda que la manada estará bien si su Alfa está bien. Y ahora, quería hablarte de otro asunto. - dijo mi padre después de aclararse un poco la garganta. - Mañana a primera hora llegarán para entrevista de anexión a la manada una familia de lobas. Antiguamente, Susie perteneció a esta manada, fuimos amigos en nuestra infancia hasta que tuve que dejar la escuela para comenzar con los deberes de Alfa. Ella al cumplir la mayoría de edad se fue a buscar en las otras manadas a su mate y al encontrarlo decidió quedarse en su manada.
- ... Está bien padre, pero no comprendo por qué necesito saber tu historia personal con ella, el protocolo dice que debemos de concertar una cita con su Alfa anterior para investigar si sus causas son admisibles o no- Dije confundido.
Mi padre se tardó un poco en responder así que todo tipo escenarios pasaron por mi cabeza, pero no me esperaba lo que dijo a continuación.
-¿Recuerdas el incidente hace casi 10 años en el que estuvieron involucrados Alfa David y Alfa West?
Yo traté de escarbar en mi memoria para encontrar esa información, pero realmente a mis 16 años no era tan diligente con mis estudios así que no recordaba mucho.
- Eso fue cuando David atacó el territorio de West, ¿No?
- Si, pero no solo lo atacó. Mato a sus mejores guerreros y escapó con 37 hembras para aparearlas con su hijo.
-¡¿Qué?!- Dije en estado de shock - ¡¿Pero qué demonios?! Sabía que David se volvió inestable después de perder a su mate pero... ¿37 hembras?
- Si, y no solo las 37 hembras robadas. Al parecer todas las mujeres mayores de 18 años de su manada y la de West deben de ser presentadas ante su hijo. Pero esa no es la cuestión. Mi amiga Susie era mate de uno de los guerreros caídos de ese día y antes de que David contraatacara decidió huir junto con su pequeña hija al mundo humano. Ahora que la loba va a cumplir la mayoría de edad, ella quiere unirse a una manada para que le podamos enseñar a su hija a transformarse, ya que su lobo murió poco después de llegar al mundo humano. Quisiera pedirte un favor personal como padre y no como tu Alfa...
- !No, no, no! Padre, no tengo tiempo para estar de niñera de una cachorra que bien podría ser humana después de vivir tantos años dejada de nuestro mundo. - Dije adelantándome a su pedido. - ¿Por qué no se lo pides a algún beta?
- Hijo, ¿Quién de esta manada es el que mejor controla a su lobo?
-... Yo, pero...
- Si se descontrola su lobo, ¿Ante quién se va a volver sumiso?
- Ante un Alfa, pero...
- Que bueno que nos entendamos, ahora puedes retirarte y mañana a primera hora te quiero enseñándole a la pequeña loba su dormitorio del campo sur de la escuela. - Dijo mi padre con una sonrisa despidiéndose
- Espera, espera, espera... ¡¿Cómo que le enseñe su dormitorio?! Si aún no han hecho su entrevista!
- ... Su madre tiene muy buenos contactos. - Me dijo con un guiño y una sonrisa.
Pues genial, iba a ser la niñera oficial. ¿Por qué no nací cortina? Apuesto a que no es tan difícil lucir tieso y bonito.
Charlie Cassian, once años después. Últimamente, me había comenzado a sentir raro alrededor de Amelie. El tío Dylan y la Tía Amelia insistían en que después de clases, o después de que nos trajeran a rastras desde el bosque a todo nuestro alegre grupo, comiera en su casa; me parecía extraño porque además de comer, ambos trataban de que Amelie y yo pasáramos tiempo a solas. No ayudaba a contener mis extrañas emociones y no me gustaba para nada cómo me hacía sentir cada que nuestros ojos se encontraban cuando no había nadie más cerca. Un día fui con mi madre por consejo y ayuda ya que me daba un poco de vergüenza hablar de estas cosas con mi padre. -Madre, ¿Tienes un minuto?- Pregunté entrando a su despacho en la Wolf´school. -Lo tengo.- Dijo cerrando un libro que estaba leyendo y prestándome toda su atención.- ¿Qué sucede, pequeño? -Yo… me siento inquieto.- Dije quedamente sin saber cómo describirlo. Mi madre elevó sus cejas y me hizo un gesto para que tomara asiento delante de e
Jacob.La maquinaria y los lobos necesarios para cavar tardaron un día en llegar. Mientras tanto, Dalila ya había curado a los lobos de nuestro equipo, Damián ya se había encargado de los cadáveres y los ex cachorros del consejo fueron a buscar comida para todos.Llevé a un lado a Charlie porque necesitaba hablar con él mientras todo el mundo tenía algo que hacer.-¿Qué pasa, chico amante? – Preguntó curioso.-Solo quería agradecerte una vez más por salvar a mi pareja. – Dije con tono solemne.- No es necesario. Es como mi hermana menor. – Dijo con un gesto despectivo de la mano. – Aunque si te haré cumplir tu promesa sobre el pequeño y su nombre.-Lo haré. – Dije con honestidad.No sabía cómo decir lo siguiente y puede que me tardara un poco porque Charlie estrechó sus ojos.-¿Necesitabas algo más?-Si. Escucha, tú y yo sabemos que llevo años cagándola con Dalila…-Hasta el fondo. Nunca he visto a nadie ser más imbécil que tú. – Dijo encogiéndose de hombros.Ni siquiera podía enojarm
Dalila.-Eso es tan triste, pequeña. – Dijo mi madre derramando una pequeña lágrima que rápidamente se limpió.Habían pasado seis días desde el incidente en África. Jacob insistió en que fuéramos con él a la manada Garras de Luna mientras decidíamos qué hacer. Ciertamente, mi grupo y yo no teníamos un hogar al cual volver y no teníamos un plan.Mi pequeño hermano Gabe había congeniado muy bien con los cachorros de Clara, así que ahora se encontraban jugando en casa de los padres de Evan y Clara. Ellos eran unos abuelos muy felices; al parecer lo que pasó hace cuatro años había sido olvidado y los abuelos fueron conquistados por los pequeños traviesos. También estaban felices al saber que Evan y Bella les darían aún más nietos; no estoy muy segura de por qué Clara aun no les había dicho que ella igual estaba esperando una nueva camada.Mamá G y Papisuegro habían tomado una postura similar con Amelia y Dylan: Los recibieron con los brazos abiertos y Mamá G ya había inscrito a Amelia en
Brianna.Este Damián no me parecía el “invencible” Beta del que todo el mundo hablaba en la manda de Luna hace años. Quizá ya esté envejeciendo o quizá nunca haya sido la gran cosa. Como sea, necesitaba encargarme de él como David ordenó para poder volver a mi habitación y consumar el dulce amor con Jacob.Puño arriba, esquivar, burlarme un poco de su habilidad… esto se estaba tardando porque el jodido era bastante escurridizo.Evacuación, ahora. Encuentren a la hembra.David parecía bastante molesto al mandar el mensaje a través del enlace de la manada. Suponía que las explosiones distantes tenían algo que ver. Bola de inútiles, solo tenían que someter a una sola loba. ¿Acaso todo lo tenía que hacer yo?Cuando me uní a David me pareció que estaba demente, pero no fue por eso que me uní a su movimiento, sino porque me prometió que una vez que le ayudara a conquistar el mundo, me daría a mi pareja deseada como premio, una manada y todo el dinero que yo quisiera.David y Tomás tenían el
Dalila.La situación no se veía para nada bien.Diana intentaba mantener a raya a los lobos que tenían cautivas a las cachorras, pero donde un lobo moría, salían al menos otros cinco para ocupar el puesto. Esto era una locura.Gracias a la madre, el trío dinámico, mejor conocido como nuestra “pareja” (o al menos hasta que tenga algo que decir al respecto, no es como si hubiéramos tenido un momento a solas donde nuestras vidas no peligraran últimamente) había llegado a ayudarnos un poco.Vi a la distancia que mis amigos se unían al grupo de Damián. Hace años que no lo veía y debo decir… que ya no sentía ni una pequeña chispa de sex appeal que había sentido de su parte en el pasado. Una lástima.*¿Cuántos lobos había allá abajo?*Un montón, al parecer.*¿No se suponía que estábamos casi extintos? Menuda broma.*Desinformación, solamente. ¿Tienes algún plan?*Ni uno. ¿Crees que si les digo que dejen de pelear y acepten tranquilamente su muerte, me escucharán?Suponía que una Diana sarcás
Clara.La luz del día cuando mi pareja abrió la puerta lastimó un poco los ojos.Cuando parpadeé para acostumbrarme, nuestro alegre grupo ya estaba cruzando la puerta uniéndose al alboroto de afuera.Estaba por seguirlos cuando un sonido que reconocería en cualquier parte me hizo detenerme. El sonido se hizo más agudo y mi loba y yo tomamos la decisión se volver.Tuvimos mucho cuidado de en donde pisábamos en la parte del derrumbe y luego corrimos hacia el sonido. Ahí, en algunos de os pasillos por los que habíamos pasado, se encontraba un bebé llorando. No podía ver nada, pero el indiscutible olor de la sangre impregnaba el aire.Mi loba se acercó despacio para no asustarlo y yo me transformé en humana para tomar a tientas en brazos al niño. Por desgracia, lo primero que sentí fueron rocas sueltas y la fuente del olor. Un lobo intentaba salir con él en brazos y se derrumbó el techo encima, suponía.-Tranquilo, pequeño. Todo va a estar bien. – Dije arrullando al pequeño bulto en mis b
Último capítulo