No era su amante pero tampoco su mujer, ¿entonces que era Amelia Paredes para él? Un trato, una obsesión, un puñetero dolor de cabeza en forma de mujer que no salía de su mente. La posible madre de su futuro y necesario hijo. Era difícil ponerle un calificativo a alguien que te vira la vida al revés y tú no sabes ni en qué momento sucedió. Fabio Martinelli un millonario y poderoso hombre que un día firmó un estrambótico trato y terminó por virarle su vida al revés.
Leer más—Lo tomas o lo dejas.
—¡¿Estás loco?! Me estás vendiendo a tu propia hija.—Fabio, de toda la vida la paz se ha construido creando alianzas, eso no lo inventé yo—le dijo muy calmado— nuestras familias llevan años peleándose, por todo, hasta por lo que no fue, ya estoy viejo y cansado, necesito paz y que mejor que crear una alianza entre nosotros.—Vendiéndome a tu hija.—Yo no te estoy vendiendo a mi hija porque no te estoy pidiendo dinero por ella. Te la estoy… ofreciendo para que resuelvas tu problema, solo eso. Ambos viviremos con la tranquilidad que no nos atacaremos nunca más porque nuestra sangre estará mezclada.—Dame unos días, déjame pensarlo y consultarlo con mi abogado.—Como quieras, no estoy apurado, cuando estés listo me avisas.Eso fue todo antes de cortar la videollamada.—¿Oíste todo?—Claro y fuerte—Le respondió Marcos, su amigo y abogado.—Me parece una soberana estupidez.—Pues créeme que a mi no.—Que puta m****a se andan metiendo ustedes que yo no me he enterado ¿eh?—Fabio, amigo, necesitas un hijo para conservar tu puesto y ya sabemos que Claudia no te lo puede dar, tampoco te quieres divorciar y lo entiendo, no te voy a criticar por eso. Pablo te está ofreciendo un buen trato, acéptalo.Fabio Martinelli era el último descendiente de un linaje ancestral. Por décadas los Martinelli habían pertenecido a una de las familias más adineradas y poderosas de la región, lo movían todo, en pocas palabras eran unos mafiosos y Fabio era la cabeza de la organización ahora y necesitaba desesperadamente tener un hijo porque así eran las reglas en ese mundo. Era un hombre casado desde hacía ya diez años pero su esposa Claudia Martinelli sufrió un accidente y debido a complicaciones del mismo había quedado estéril.Era un hombre joven aún, solo tenia 35 años pero todos se andaban preguntando que iba a pasar si Fabio no tenía herederos, porque lo que le pasó a Claudia no era ningún secreto.—No sé como lo va a tomar Claudia cuando lo sepa— le dijo él finalmente valorando la posibilidad de aceptar.—Ella sabe como son las cosas en este mundo, está consciente de que es algo que necesitas, así que si te ama va a aceptar—le dijo Marcos su amigo de toda la vida y abogado además.Fabio respiró profundo.—A ver, vuelve a leer el puñetero contrato.—Contrato:— dijo Marcos en voz alta.Amelia Paredes, hija de Pablo Paredes, mujer de 28 años, licenciada en economía virgen y fértil (se harán las pruebas necesarias para demostrarlo) le dará uno o más hijos a Fabio Martinelli (concebidos de manera natural) en un período de tres años, sin ninguna unión legal entre ambos. Los hijos serán reconocidos legal y públicamente por Fabio, el cual le dará una pensión a sus hijos y una casa para que vivan cómodamente. Con esto queda firmada la paz entre ambas familias y el compromiso a nunca jamás volverse a agredir de ninguna manera posible.—Dios, parece que estoy en plena edad media—dijo Fabio tapándose la cara.—No amigo estas en la mafia que no sé que es peor.—Eso ahí donde dice “concebidos de manera natural” significa que tengo que follármela ¿verdad?—Tal cual—le contestó Marcos riéndose— ¿te imaginas que sea fea con F mayúscula y llegado el momento no se te pare?—se echó a reír.—No le veo lo gracia por ningún lugar—le respondió Fabio poniéndole mala cara.—Pues a mi me parece la mejor parte del contrato.***—¿Co…como que un contrato conmigo?Le preguntó asombrada Amelia a su padre.—Necesito firmar una alianza con Fabio Martinelli y lo único que tengo para ofrecerle es a ti.Amelia se quedó fría con la naturalidad que hablaba su padre, como si se tratase de un pedazo de carne.—Pero ese hombre está casado, lo he visto en las redes sociales.—Amelia, ¿dónde dice ahí que te vas a casar con él?— le señaló el papel que le había dado hace unos minutos antes, con todo lo del contrato detalladamente.—No, no lo dice y eso es lo peor, me estás vendiendo como la amante de ese hombre.—No serás su amante, ni su esposa, solo la madre de sus hijos.—¿Él está de acuerdo?—quizo saber ella.—Todavía no acepta pero sé que lo va hacer, no tiene opción, necesita un heredero y su mujer no puede dárselo.—¿Y yo que ganaría en todo esto?—Vaya, vaya, para estar tan ofendida, bien rápido que andas sacando tus cuentas— dijo Pablo muy irónicamente.—Ya que estoy arriba del barco…—No, si es que me parece bien que saques tu cuentas, así es como se hacen los negocios. Tú ganarías lo que más deseas— hizo una pausa para agregarle un toque de relevancia al asunto— tu libertad, te mudarás tú sola a una casa que él comprará para ti y harás de tu vida lo que quieras.A Amelia se le iluminaron los ojos, era demasiado tentador lo que le estaba ofreciendo, llevaba una vida entera soñando con eso, su padre le había controlado toda la vida hasta el aire que respiraba por eso no tenía amigos, ni novio ni nada y estudió en lugares selectos y súper controlados.***—Claudia, necesito que hablemos—le dijo Fabio a su esposa al entrar a la casa.Vivian en una mansión hermosa, muy moderna, estilo minimalista, a Fabio no le gustaba el lujo exorbitante, a pesar de que siempre había vivido en el, era un hombre muy sencillo.Claudia era diferente, niña mimada de toda la vida sin oficio ni beneficio, le encantaba el lujo y la ostentación, solo que se controlaba para agradar a Fabio.—Dime amor.—La verdad que no sé como vayas a tomar esto, pero te juro que si lo hago y digo si, porque todavía no estoy muy convencido es porque no me queda más remedio.—¿A que te refieres?—Pablo Paredes me ofreció un trato.Claudia lo miró asombrada, sabia la rivalidad que tenían ambas familias de toda la vida.—¿Y qué tipo de trato te ofreció cuando estás dudando en aceptarlo?—A su hija— le dijo directamente.—¿Como que a su hija?— Claudia no entendía nada.Fabio no sabía ni cómo explicarle el trato raro que Pablo le había ofrecido, era una situación incómoda y más para ella como mujer.—Me ofreció a su hija para que me de hijos— dijo bajando la mirada— pero si tú no quieres yo ahora mismo lo llamo y le digo que no.—Si—respondió Claudia cerrando sus ojos y apretándolos— dile que si.Fabio se quedó asombrado, nunca pensó que ella fuera a aceptar y mucho menos así tan rápido.—¿Estás segura?—Fabio, yo sé como se manejan las cosas en tu mundo, estoy consciente que si no tienes descendencia lo vas a perder todo, todo lo que los Martinelli han creado por décadas.—Yo después del accidente ya no sirvo para nada—dijo ella muy triste.—Claudia mi amor no digas eso, que una mujer no pueda tener hijos no significa que sea inservible, ¿¡que es eso!? Por Dios ni que fueran teléfonos desechables—se arrodilló frente a ella—la culpa del accidente es mía yo no debi haber tomado tanto.—No hablemos de culpas ahora, yo también tengo una parte porque debí haber llamado al chofer para que nos recogiera y no manejar como estaba esa noche el clima, así que mejor no hablamos de culpas.—Pero tú llevaste la peor parte, además de tu esterilidad, tu pierna— le respondió Fabio un tanto triste.Claudia perdió una pierna en el accidente un poco más arriba de la rodilla, usaba una prótesis, pero nunca había logrado caminar nuevamente sin cojear.—A ver, enséñame el contrato—le dijo ella cambiando el rumbo de la conversación.Fabio sacó el papel que había impreso Marcos horas antes en la oficina y se lo entregó en sus manos. Claudia guardó silencio por unos minutos mientras leía aquel papel con sumo detalle.—Pensé que te iba a pedir más cosas—finalmente dijo ella.—No, solo le interesa la alianza entre nosotros. Él no le hará nada al padre de sus nietos y yo no tocaré al abuelo de mis hijos, así de sencillo.—Creo que no se te va a dar otra oportunidad como esta, acepta el trato.Fabio estaba indeciso, realmente no esperaba que su esposa fuera tan comprensiva, a veces por cosas más tontas que esa Claudia hacía un berrinche y ahora simplemente estaba aceptando fácilmente, la verdad que a las mujeres no había quien las entendiera.—No esperaba que aceptaras tan rápido— le dijo él un poco extrañado.—No tiene sentido que te imposibilite una oportunidad que necesitas, yo muchas veces he sido egoísta contigo, pero el accidente no solo me cambió físicamente también mentalmente y me he propuesto ser mejor persona, más comprensiva, quizás este es mi primer reto.Fabio se quedó sorprendido, él se enamoró de Claudia desde que la vió por primera vez ¡y como no hacerlo! si era una mujer preciosa, pero tenía que reconocer que en muchísimas ocaciones era demasiado caprichosa y muchas veces solo pensaba en ella misma, pero al parecer las cosas estaban cambiando y para bien.—Entonces si tú estás convencida de que esto no va a afectarnos yo voy a aceptar.Se levantó de donde estaba en el piso y salió a la terraza donde tenían una piscina enorme, sacó su celular y marcó un número.—¿Paredes? Acepto el trato.-Y bien, ¿que harán ahora con todo lo que acaban de heredar?-le preguntó Fabio a su mujer y a su suegra.-Sé como manejar los restaurantes, bueno-sonrió Ania con mucha tristeza-al menos solía saberlo, han pasado muchos años de eso, en realidad ha pasado toda una vida-se secó una lágrima.-No te preocupes mamá, lo haremos juntas, te ayudaré en todo lo que necesites.-Es nuestro, hija, de hecho yo en todo caso soy la que te ayudaría, eres una excelente profesional, no me necesitas para nada.-No digas eso mamá, ni jugando, me haces mucha falta, muchisima.-Disculpa hija disculpa-volvió Ania a secarse unas lágrimas-esto...esto está siendo difícil para mi, compermiso, voy a mi cuarto, más tarde nos ponemos a revisar un poco los números.Ania fue a su cuarto, habían regresado de la oficina del abogado hacía apenas una media hora.-Tu mamá está muy afectada por todo esto.-Si, como quiera que sea lo amó mucho, no sé que hubiera pasado entre ellos dos si Theo no hubiese muerto, quien sabe-se
-¿Co...como que está muerto?-preguntó Amelia asombrada. -Si, la empleada de servicio lo encontró hoy a primeras horas de la mañana-le contestó Eduardo-hasta ahora piensan que fue un infarto, pero hasta que no hagan la autopsia no van a dar un veredicto oficial. Otra cosa, anoche él estuvo en casa de Claudia, lo sé por el micrófono que plantamos. -¿Pero no que se habían peleado?-comentó Fabio asombrado. -Si, por la conversación que sostuvieron si, Pablo trató de persuadirlo por lo del cargo, pero Theo no cedió, eso es todo lo que sé. -Voy a llamar a mi madre. Salió Amelia rumbo al cuarto de su madre dejando a Fabio y a Eduardo solos, Fabio seguía con la nena en brazos. -No hice ningún comenterio delante de Amelia porque es repugnante lo que oí ayer después que salí de aquí. -¿A que te refieres? -Claudia y Pablo, cuando llegué revisé las grabaciones y...-Eduardo hizo una mueca de disgusto-les gusta el sexo con violencia, Pablo la golpea mientras tienen sexo. -¡Por Dio
-¿Lo tienes todo preparado ya?-Si, está todo listo, esta noche tiene que ser perfecta, por cierto, hoy por la mañana vinieron Fabio y la mosquita muerta de tu ex hija-le dijo Claudia a Pablo.-¿Porqué y para qué?-preguntó Pablo con mucha calma.-Saben lo de accidente y vinieron a confrontarme, pero obviamente yo no les dije nada.-Pablo caminó unos segundos en silencio como analizando lo que acababa de escuchar, estaban en la sala de la casa, Pablo prácticamente acaba de llegar.-¿Como es posible que a estas alturas, después de tantos años se hayan enterado?-No sé, Fabio nunca sospechó, todo esto a venido desde que se te ocurrió la brillante idea de poner a esa imbécil en nuestro camino-comentó Claudia con mucho odio.Pablo se le acercó como una animal sediento de sangre.-¿Acaso estas celosa porque tu todavía esposo la prefirió a ella?-No te confundas Pablo, si yo hubiese querido todavía tuviera a Fabio comiendo de aquí- se tocó su parte íntima.Pablo se le acercó, se mordió su la
DÍAS DESPUÉS… —Creo que la idea es muy buena. —A mí igual me parece igual. —Si, Europa es bueno para recomenzar, podemos probar. —Ya hay un tramo recorrido porque esos pasteles ya son muy conocidos, solo tenemos que aumentar el alcance. —¿Porqué no se te había ocurrido esto antes?— le preguntó Marcos a Amelia. —Se me ocurrió desde el día 1, solo que la dueña tuvo problemas serios de salud, así que no me quedó más remedio que esperar—le explicó. —Ohh…entiendo—respondió Marcos—¿pero ahora ya podemos trabajar a toda marcha? —Si, si, ya está completamente recuperada, tuvo un accidente pero ya está bien. —Perfecto—comentó entusiasmado Marcos—empieza con el proceso, creo que vamos a sacar esta compañía a flote con esta campaña. *** —Gracias por aceptar mi invitación. —Siempre es agradable conversar contigo. —Vaya—se asombró Eduardo—si no es un alago por favor, no me lo digas, déjame creérmelo. Ania se echó a reír. —Más que un alago es la verdad, siempre, des
-Pero...pero él es el padre de Claudia-murnuró Amelia asombrada. -Si hija si, me acabo de enterar de eso, Eduardo me lo contó-le dijo Ania- créeme que yo no tenía la menor idea de eso, es...es macabro pero la verdad es que ella junto a Pablo fueron los que los juntaron a ustedes. Amelia y Fabio se miraron fijo a los ojos. -No fue casual-siguió hablando Ania-fue todo planificado, querían sacar a Fabio del puesto y para ello le fabricaron un punto débil, su hija, el próximo paso fue poner a Theo en el puesto y así Theo, en pago por el favor. porque...-Ania miró fijamente a Theo-tú sabias que Pablo iba a por todas contra Fabio ¿verdad? Theo tuvo que bajar la cabeza. -No sabia el plan que tenía Pablo y porqué, solo sabía que quería sacar a Fabio del medio porque estaba obsecionado con pertenecer al consejo de toda la vida y sabía muy bien que Fabio no se lo iba a permitir, así que me necesitaba a mi dentro para que yo le diera la entrada-respiró profundo antes de seguir hablando
—No entiendo que haces aquí—le comentó Fabio a Theo al tenerlo en frente. —Sé lo de Claudia y Pablo,son amantes desde hace muchos años, incluso antes de que ustedes se casaran. —Vaya, eso si que no me lo esperaba—confesó asombrado Fabio, me imaginaba que pasaba algo entre ellos pero no sabía que la cosa era tan complicada. —Me lo acaban de confesar, tengo que admitir que me equivoqué contigo, siempre te tuve recelos por una mentira que mi hi…-Theo hizo una pausa y se limpió una lágrima, era duro, muy duro lo que estaba viviendo-perdón pero a pesar de que es algo que quiero hacer no es nada fácil para mí. —No te preocupes Theo, desde que soy padre entiendo muchas cosas que antes pasaba por alto y a pesar de que muchas veces no entendí tu comportamiento para conmigo hoy te entiendo, te entiendo y te perdono. -Gracias, te agradezco eso pero vine a contártelo todo y eso voy hacer, te lo debe y de cierta manera me lo debo a mi mismo. Theo guardó silencio por unos segundos, estab
Último capítulo