-Y bien, ¿que harán ahora con todo lo que acaban de heredar?-le preguntó Fabio a su mujer y a su suegra.
-Sé como manejar los restaurantes, bueno-sonrió Ania con mucha tristeza-al menos solía saberlo, han pasado muchos años de eso, en realidad ha pasado toda una vida-se secó una lágrima.
-No te preocupes mamá, lo haremos juntas, te ayudaré en todo lo que necesites.
-Es nuestro, hija, de hecho yo en todo caso soy la que te ayudaría, eres una excelente profesional, no me necesitas para nada.
-No digas eso mamá, ni jugando, me haces mucha falta, muchisima.
-Disculpa hija disculpa-volvió Ania a secarse unas lágrimas-esto...esto está siendo difícil para mi, compermiso, voy a mi cuarto, más tarde nos ponemos a revisar un poco los números.
Ania fue a su cuarto, habían regresado de la oficina del abogado hacía apenas una media hora.
-Tu mamá está muy afectada por todo esto.
-Si, como quiera que sea lo amó mucho, no sé que hubiera pasado entre ellos dos si Theo no hubiese muerto, quien sabe-se