Capítulo 5. Parte 6
Antonella:
Pasamos gran parte de la tarde malgastando nuestro tiempo, conversando cosas que solo le interesan a él, y con su rostro de mil metros, queriendo decirme algo que no se atreve, y que conversará conmigo más tarde.
«¿Qué será?»
—Hay mucho por estudiar —comenta de pronto.
—Sí, y es tarde ya...
Llegamos a la puerta de mi casa. Bruno me dice que desea hablar conmigo, lo que me da pie para invitarlo a pasar. Cuando estamos en la sala, abre la boca, pero no le doy tiempo a decir ni pío, pues es peor que mi vecina; cuando se pone a hablar, no hay poder sobre la tierra que lo haga quedarse callado. Lo agarro de la camisa atrayéndolo hacia mí, dándole el beso más físico que pudiera haber dado jamás. Sé que mi hermano no está en casa, por lo que no me preocupo de nada.
Entre beso y beso lo llevo a mi habitación. Con urgencia me saca la ropa y yo hago lo mismo con él, me acuesta sobre la cama, e instintivamente abro las piernas y torpemente me penetra, haciéndome dar un grito ensordec