Capítulo 30. Parte 4
Antonella:
La clase culmina y los niños empiezan a guardar sus cuadernos, hasta que el timbre suena y autorizo a que salgan del salón para ir caminando con tranquilidad al apartado donde los padres esperan por ellos.
—¡Marcus! —exclamo antes de que siga a sus compañeros.
—Sí, maestra... —dice acercándose a mí mientras acomoda su mochila en la espalda.
—Tu padre me ha pedido que te lleve al hospital, ahí Roberta pasará por ti —le aseguro.
—De acuerdo, pero ¿qué ha pasado?
—Nada malo, tu padre no podrá venir por ti porque está con una paciente.
Me aseguro de que mis alumnos sean retirados como corresponde, para luego tomar a Marcus de la mano y dirigirnos al estacionamiento, dónde Cinnia espera por nosotros.
Cinnia y Marcus conversan con naturalidad, mostrando la confianza que surge solo entre quienes se aprecian de verdad. Marcus le confiesa que puede llamarme por mi nombre fuera del colegio, lo que me hace atragantarme con saliva, hasta que aclara que no puede explicar por qué. Ruedo