Secretos del pasado (2da. Parte)
El mismo día
Málaga
Ramiro
Andrés aseguraba que traer de vuelta a Mateo Carranza a la vida de Camila era jugar sucio. Yo lo llamaba cortar el mal de raíz… y mucho más. Si lograba manipular a ese muchacho, tal vez —solo tal vez— lograría desterrar a Camila de la presidencia. Convencerlo no era sencillo, y Andrés se mantenía en silencio, como si lo que proponía fuera un disparate. Finalmente, habló con esa voz pesada que siempre me crispaba.
—Ramiro, tú hablas como si todo fuera posible, pero no es tan sencillo lo que pides. Recuerda que Mateo y Camila no terminaron nada bien… discusiones, gritos, escenas de celos… un infierno.
Sonreí con malicia, inclinándome apenas hacia él.
—Es que no terminaron, Andrés. Camila se largó a Londres porque le dio la puta gana, escondiéndose detrás de la excusa de la muerte de Sofía.
Andrés me lanzó una mirada dura, como si yo hubiera blasfemado.
—No fue excusa. Perder a Sofía fue un golpe devastador para la familia, y Camila fue la más afectada. No la