Entre la venganza y el amor (3era. Parte)
Al día siguiente
Málaga
Camila
Siempre supe que me atraían los problemas imposibles, esos que podían hacerme sangrar el corazón. Y aun así me dejé arrastrar. Cada intento de alejarme se rompía; mi cuerpo y mi corazón cedían, una y otra vez, hasta que no quedó fuerza para resistir.
Amar a Iván era un riesgo que conocía, pero no podía evitarlo. Cada vez que estaba cerca, miedo y culpa se mezclaban con deseo, atrapándome en un dilema que me desgarraba: amar lo prohibido, traicionar a mi familia, desafiar todo lo que creía correcto. Él, el hombre que robaba mis noches, era también mi tío, y cada latido me dolía más.
Allí estaba, frente a él, tratando de ser honesta con todo el valor que pude reunir. Nunca esperé escuchar lo que más anhela una mujer: “Te amo”. Esas palabras dolían, abrían heridas y, al mismo tiempo, encendían un fuego que no podía ignorar. Intenté irme, como una cobarde, tratando de salvarme de lo que no debía sentir.
Pero Iván no me dejó. Antes de que cruzara la puerta, s