**ANDREA**
Cierro los ojos por un momento. No porque quiera escapar de él… sino porque si sigue mirándome con esa intensidad, no estoy segura de cómo voy a responder. Siento un revoltijo en el pecho, una mezcla entre deseo, miedo y algo más profundo que intento negar con todas mis fuerzas. No debería sentir esto. No con él. No después de todo.
Pero entonces, cuando esos pensamientos me atraviesan siento el calor de su respiración primero, rozándome como una promesa no dicha. Y antes de que pueda racionalizar, sus labios encuentran los míos.
Es un roce suave al principio, me quedo quieta, con el corazón martillando dentro del pecho, y los ojos aún cerrados. Sus labios se mueven con una dulzura que me desarma, una ternura inesperada que hace que el aire en mis pulmones tiemble.
Y justo cuando siento que voy a corresponderle, que mis labios están por ceder y mi alma también…
La realidad irrumpe como una ola helada. Un golpe seco en la puerta.
Mi cuerpo se tensa al instante, mis ojos se a