Giovanni no pudo evitar sonreír satisfecho al ver su capricho convertido en realidad.
Adhara sintió como la bilis le subía por la garganta al ver a Giovanni Lombardi relamerse los labios y las ganas de mandar todo al demonio y largarse del lugar eran tan tentadoras... Qué ya veía todo en picada.
Pero se contuvo.
No porque le agradara estar ahí, con un monstruo como aquel ser inhumano y cruel, sino porque él no merecía ni un poco de su miedo.
Sabía que fingir valentía no era lo más prudente de su parte, pero no podía dejar que alguien más disfrutara de su miseria.
- ¿Qué desean que les sea servido?.- La pelinegra preguntó con suavidad, un profundo contraste con la tensión que sentía en cada parte de su cuerpo.
- Trae la mejor botella de Whisky que tengas en tu bodega y otros tragos más con sus respectivos aperitivos.- Uno de los hombres en el lugar respondió, observando la mirada del mayor de los Lombardi en la joven.
Por lo visto esa noche habría mucho ajetreo.
Adhara anotó en una peq