- ¡Eres un imbécil poco hombre Giovanni!.- Adriano gritó presa de la cólera, mientras le propinaba un puñetazo al contrario, lanzandolo al suelo y sin dudarlo se le fue encima, descargando toda su rabia y frustración.
Parecía como si estuviera cobrandole viejas y nuevas cuentas.
- ¡Adriano detente!.- Donatelo corrió hacia ellos y tomó al castaño por la cintura.- ¡Vas a matarlo!.
- ¡Sueltame!.- Adriano forcejeó con este, tratando de soltarse de su agarre.
Todas las personas se habían escondido en una esquina, observando la escena con pavor, mientras Adhara luchaba con el impulso de correr hacía Giovanni y seguir lo que Adriano había dejado a medias, deseando que sintiera un poco de todo el dolor que le causó a Mattia.
El pecho del menor de los Lombardi subía y bajaba a toda velocidad, mientras sentía la ira arder en las venas.
- ¡Métete en tus asuntos y déjame manejar los míos!.- Giovanni se enderezó aún sentado en el suelo, limpiando su nariz y observando el rastro carmesí que dicha a