Capítulo 45. Mis fantasías con Ginevra
—Deja de mirarme así.
—¿Así cómo?
—Así. Con esa cara de que estás planeando decir algo indebido.
—¿Y si te lo pregunto directamente? —dije, provocando una risa más franca.
—A ver, sorpréndeme —retó, cruzándose de brazos.
—¿Cuáles son mis fantasías contigo? —pregunté, fingiendo pensarlo—. Muchas. Más de las que debería.
—Eso ya lo imagino —dijo, divertida, aunque con un brillo de curiosidad en los ojos—. Pero dime una. Solo una.
La observé un momento. Su mirada era abierta, casi desafiante, pero había algo detrás, una sombra de nerviosismo.
Me incliné un poco, bajando la voz.
—Digamos que algunas de ellas no son muy aptas para contar antes de ver a tu Nonna.
Ginevra levantó una ceja, riéndose.
—Sabia decisión.
—Aunque —añadí, mirándola con picardía—, si alguna vez me das luz verde, prometo explicarlas con detalle.
Ella puso los ojos en blanco, divertida.
—No pasará —dijo, con esa sonrisa que podía desarmar un país entero.
—Eso dices ahora.
—No pasará —repitió, riendo mientras recogía l