—¡Jamás pensé que fueras capaz de conseguir a una mujer así !—añadió otro, soltando una risa de sorpresa y diversión.
Las palabras de los amigos de Luciano estaban llenas de ironía, pues ellos creían firmemente que Nadia había acudido al bar para encontrarse con Luciano, y que era una especie de premio o conquista para él.
Sin embargo, ellos no sabían la verdadera razón de la visita, ni el secreto que escondía la fotografía ni la inquietud que carcomía por dentro a Nadia. Para los amigos de Luciano, aquel momento era simplemente una oportunidad para bromear y provocar a su amigo, disfrutando de la escena como si fuera una anécdota más en sus vidas sociales.
—¿En serio, Luciano? —le preguntó otro, mirando a Nadia con curiosidad y escepticismo—. ¿Tú, con una mujer así? ¡No lo puedo creer!
—No, no —dijo Luciano, alzando ligeramente las manos mientras se dirigía a sus amigos con una sonrisa despreocupada—. Ella no es mi novia, es solo una amiga.
Luego su vista se dirigió hacia Nadia y le h