Nadia se quedó completamente atónita, sus ojos se abrieron de par en par mientras procesaba la magnitud de lo que Rowan le acababa de revelar.

—Dios mío… —murmuró—. Esto es un asunto muy serio, muy delicado… no puedo creer lo que me estás diciendo.

Rowan asintió.

—Así es, Nadia —dijo—. Todo este tiempo mi hermano ha estado arriesgando su vida prácticamente para proteger la mía. No estuve del todo de acuerdo con que lo hiciera, pero él insiste en que lo hace por mi bienestar. Y no solo eso, lo hace porque siente que está cumpliendo con algo justo, algo que fortalece a nuestra familia. Ha habido demasiadas complicaciones, demasiados conflictos con la empresa y con miembros de la familia, y él ha sido el único en quien he confiado ciegamente.

Nadia frunció ligeramente el ceño, tratando de organizar sus pensamientos.

—Pero… —comenzó, dubitativa—. Tú dices que tu hermano está dando la cara por ti, que se hace pasar por ti. Sin embargo, nunca he escuchado tu nombre en los medios de comunic