C113: Estoy cansada de rogarle a la vida por algo de paz.
Nadia estaba agotada. No físicamente, sino desde un lugar más interno. Estaba desgastada por dentro, como si su alma hubiese estado arrastrándose durante horas, días, tal vez años, rogando por un descanso que nunca llegaba. Ese día en particular, se sentía como la cúspide de todo ese dolor acumulado. Todo había sido demasiado.
Lo de su abuela fue lo que la desbordó por completo. Ver cómo ella, la única persona que le quedaba realmente en este mundo, se quitaba la vida frente a sus propios ojos… fue un golpe que la dejó rota. Y lo peor, lo más injusto, era que no había podido evitarlo. Estuvo allí, mirándola, extendiendo la mano tal vez un segundo demasiado tarde. ¿Y si no hubiera insistido tanto en que la abuela asistiera a la boda? ¿Y si no hubiese sido tan testaruda, tan terca, tan estúpidamente esperanzada en que su presencia le diera un poco de paz en medio de tanta obligación?
Si tan solo… si tan solo no hubiese dicho lo que dijo.
Porque fue Jared quien le plantó la idea a su ab