Sibelle
- Esta noche, serás mía.
Los guardias entran y me atan las manos sobre la cabeza y los pies a la cama.
Cuando terminan, ella les pide que nos dejen solas. Cierra la puerta detrás de ella con llave. Creo que estoy acabada. ¿Por qué siempre recae sobre mí cada vez? ¿Es un crimen ser bella? ¿Es mi culpa si soy magnífica?
Se acerca a mí con pasos lentos como un depredador que ha atrapado a su presa en una trampa, porque debido a mi situación, no puedo moverme, no puedo hacer ningún movimiento. Estoy atrapada. Ella puede hacer conmigo lo que quiera.
Me mira fijamente antes de acariciar mi pierna, luego su mano sube hacia mi muslo.
- No me toques con tus patas sucias.
- Sabes, querida, hay muchas cosas que puedo permitirme. Sobre todo ahora que mi padre y yo estamos al mando de la organización de tu amo. ¿Sabes que necesitas un nuevo amo? Yo seré tu nuevo amo. Te enseñaré muchas cosas. Su mano se posa sobre mi bajo vientre, me acaricia lentamente a través de mi ropa. Luego, sube hac