.11.

Al otro día, Martha miró de forma curiosa a Sofía, casi burlesca, cuando bajó al comedor, tratando de no levantar demasiado la comisura de sus labios y formar la gran sonrisa que tenía escondida. Tal vez a la mala, su hija podría aprender que no debía desobedecer sus órdenes.

Actuó como si nada hubiera pasado; para ella no existía la empatía. Si su hija había sufrido, era porque en verdad se lo merecía y Sofía ni siquiera tenía idea de que ella había sido la persona que le dijo a Fernando sobre su engaño. Desde hacía mucho tiempo atrás, le había prohibido a su hija mantener alguna relación con ese hombre que no poseía dinero ni distinción social, un muerto de hambre que no podía ofrecerle nada a Sofía ni a su familia.

Hasta ese momento, descubría todas las cosas que su hija había hecho para verlo a escondidas. Incluso lo había llevado a las vacaciones familiares con ayuda de su sobrino. Su hija era caprichosa. Aunque estuviera casada, se empecinaba en verlo a escondidas, y eso no esta
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP