Mundo ficciónIniciar sesiónAleksandr salió del penthouse como un huracán, gritando órdenes por teléfono mientras corría hacia el ascensor. Luka, Viktor, la trampa, veinte hombres muriendo. Todo se desmoronaba simultáneamente.
Valeria se quedó parada en medio de la habitación, temblando. Escuchó el estruendo de la puerta principal, el rugido del ascensor descendiendo, luego... silencio.
Los guardias seguían en sus posiciones. Ella seguía siendo prisionera. Pero por primera vez en días, Aleksandr no estaba ahí para vigilarla personalmente.
Se dejó caer en la cama, abrazando su vientre hinchado. El bebé pateaba frenéticamente, alimentado por su adrenalina.
—Shh, pequeño —susurró—. Todo estará bien. Mamá te protegerá.
Pero incluso mientras decía las palabras, sabía que eran huecas. ¿Cómo p







