Mundo ficciónIniciar sesiónEl sonido de la llave girando en la cerradura despertó a Valeria de un sueño inquieto. Se incorporó con dificultad, su vientre hinchado protestando por el movimiento brusco, esperando ver a Aleksandr o Marina.
Pero la figura que entró a la habitación era diferente.
Luka cerró la puerta silenciosamente detrás de él, llevando una bandeja con comida. Su rostro mostraba preocupación genuina, o al menos eso parecía.
—Señorita Montes —dijo suavemente—. Sé que es tarde, pero Marina tuvo que retirarse temprano. Pensé que podría necesitar algo de comer.
Valeria lo observó con cautela. Luka había sido siempre cortés con ella, uno de los pocos guardias que la trataban como persona en lugar de como mercancía valiosa.
—¿Dónde está Aleksandr?
—Manejando la situación con los







