Mundo ficciónIniciar sesiónLos disparos se acercaban.
Aleksandr tomó a Valeria en sus brazos, ignorando sus protestas débiles. Ella apenas podía sostenerse de pie, mucho menos correr por un hospital bajo ataque.
—Nikolai, despeja el camino —ordenó por el intercomunicador—. Vamos hacia la escalera de servicio.
—Entendido. Yendo hacia ti.
La oscuridad del hospital era casi absoluta, solo las luces de emergencia parpadeando ocasionalmente. Los gritos de pánico resonaban desde los pisos inferiores. Pacientes, personal médico, visitantes, todos atrapados en la zona de guerra que Viktor había creado.
—Deberías dejarme —murmuró Valeria contra su pecho—. Soy yo a quien quieren.







