41. ¿A hacerte gritar mi nombre?
‘’Maldito macho, es demasiado…’’
—No digas cosas que no sientes, cachorra —dijo con esa voz baja y ligeramente ronca que le hacía temblar las rodillas.
—¿Ah, no? —Ella alzó la barbilla—. ¿Qué sabes tú de lo que yo siento o no? Solo digo la verdad, anoche me tomaste como tu concubina y luego te fuiste, eso es todo. Lo capté.
Él se detuvo frente a ella.
Su cercanía era abrumadora. Su olor la atrajo como siempre hacía, olía a tierra mojada, sudor de batalla y algo más… deseo.
Puro. Salvaje. Ardiente.
—No creo que lo hayas captado en lo absoluto, cachorra —susurró cerca de su oído—. Tus gemidos aún resuenan en mi cabeza, Lana. No digas que no te pasa lo mismo.
Ella lo empujó con fuerza pero él no se movió ni un centímetro.
Su pecho era una pared de piedra caliente.
—No, definitivamente no pienso en ti.
—Eres una mentirosa.
La mirada de él cayó sobre sus labios.
Sus pupilas se dilataron.
El aire entre ellos se volvió insoportable.
—Tu cuerpo me dice la verdad aunque tu boca grite otra cos