Actualidad:
Luego de haber comido, Eirikr toma de la mano a Everly y camina con ella hacia la salida. Sarah no se ve por ninguna parte, lo cual agradece; sabe que su prometida está molesta con su presencia.
—¿Dónde vamos con tanta prisa? —inquiere ella.
—Ya lo sabes. Entrarás a ese lugar donde dejaste el anillo y pedirás que te lo regresen —ordena Eirikr, sonando un poco molesto.
Él toma su mano antes de salir del restaurante, ganándose varias miradas de los comensales y empleados.
—Suéltame —murmura Everly—. Nos están mirando con demasiada atención.
—Que lo hagan. Pronto estaremos casados y no te quedará de otra más que aceptar mi mano.
Everly maldice en voz baja, pero él alcanza a oírla y se detiene en seco justo antes del muro.
—Cariño —dice acercándose a ella. Pone una mano en su cintura y la otra en su rostro. Quienes lo ven podrían creer que es una escena de enamorados—. No importa cuántas veces maldigas; me has besado tan apasionadamente, hace un rato que no me queda duda de que