—¿A dónde es la fiesta?
Maelik sintió celos. ¿Había llegado todo el camino vestido así?
—Oh... cerca de aquí. En un restaurante que eligió mi hermano.
—¿Realmente hay una fiesta? No has empezado a trabajar ¿y ya estás listo para irte?
—Olvide que vine así...
—No se puede olvidar lo que se ve.
—Es mi cumpleaños... ¿podría dejarlo pasar solo por hoy?
A Maelik casi se atraganta con el café.
—¿Tú... cumpleaños?
—Si señor Vanross. Vine así para no tener que llegar a casa a arreglarme... saldré con unos amigos y mi familia.
—Ya veremos... hoy hay mucho trabajo.
Se sintió más celoso y desubicado. ¿Cómo no se fijó en su fecha de nacimiento? Hubiera sido una oportunidad para cortejarlo. Odia verlo vestido así para otros y no para él.
—Daré mi mejor esfuerzo.
La mañana en Vanross Tecnologies había comenzado con el habitual bullicio de teclados, pasos apresurados y el aroma del café recién hecho. Raven entró en la sala de reuniones con su libreta electrónica en mano, impecablemente vestido y con