C63: Ella incluso podría matarme.
Zeira sintió que algo helado se asentaba en su pecho. Dorian nunca hablaba de ese modo a la ligera. Si consideraba que aquello debía mantenerse en confidencialidad y solo dos personas debían enterarse -no sabía que Saphira ya estaba enterada de lo que Dorian ocultaba-, significaba que la situación era mucho más grave de lo que imaginaba.
—¿A qué se refiere? —preguntó la doctora con cautela.
Dorian bajó la mirada hacia su herida una vez más, como si en ella se hallara la clave de algo que lo volvía vulnerable.
—Somali no es cualquier loba —confesó finalmente—. Ella tiene un poder especial.
Las palabras quedaron suspendidas en el aire como un presagio funesto. Zeira sintió una oleada de incredulidad recorriéndola. Somali no había sido más que una joven normal dentro del Clan. Un espíritu fuerte, sí. De voluntad inquebrantable, quizás. Pero nunca se había manifestado en ella nada que sugiriera que fuera diferente a los demás, aparte de que era humana.
—¿Un poder especial? —repitió Zeira,