El hombre en cuestión tenía un porte imponente y una expresión dura. Su rostro estaba parcialmente oculto por una gorra, pero se notaba que era alguien acostumbrado a lidiar con situaciones peligrosas. La forma protectora en que cargaba a la chica, indicaba que eran muy cercanos.
—No, no lo conozco —respondí, frunciendo el ceño—. Pero parece ser alguien muy cercano a ella. Una desazón me llenó el pecho al ver como el brazo de la chica se enrollaba en el cuello del hombre. Algo en el modo que lo hizo me hizo acordar a mi Celia. ¿Sería ella? Dante se acercó para observar mejor las imágenes. —Tenemos que averiguar quién es —dije impaciente. — Podría ser una pista importante. Quizás la atraparon ya y él pretende casarse con ella. Asentí, sintiendo un nudo en mi garganta ante esa posibilidad. Si Cel