Mundo ficciónIniciar sesiónMamá, acorralada contra la pared, miraba a Giovanni con una mezcla de terror y desafío en sus ojos. Su respiración era entrecortada, y el sudor perlaba su frente.
—No lo entiendes, Giovanni —dijo con voz temblorosa, pero con un dejo de desesperación—. Todo lo que he hecho, lo hice por un bien mayor. La sangre dorada es la clave para un poder inimaginable, un poder que podría cambiar el mundo —hizo una pausa, sus ojos brillando con una luz febril—. Lo debes sentir, tú eres hijo directo de nuestro señor. Yo misma me ofrecí para tener a su sucesor. Giovanni se detuvo a un paso de ella, su imponente figura proyectando una sombra amenazante sobre la mujer que una vez consideramos nuestra madre. Sus ojos, normalmente fríos, ahora ardían con una furia apenas contenida.—¿Sucesor? ¿Un bien mayor? —rugió, su voz retumbando en las paredes&md






