Mundo ficciónIniciar sesiónLUIGI:
Enzo se apartó un poco de la cama, ajustándose las gafas mientras revisaba las notas que había tomado. Su expresión era seria, pero pude notar un atisbo de esperanza en sus ojos.
—La evolución es sorprendentemente positiva —comenzó, midiendo cada palabra—. Sus reflejos están mejorando y parece haber una buena respuesta neurológica. Sin embargo, aún es pronto para cantar victoria. Necesitaremos hacer más pruebas y mantenerla en observación por un tiempo. Lucero, que había estado conteniendo la respiración, soltó un suspiro de alivio. La abuela Rubicelda asintió con satisfacción, como si las palabras de Enzo confirmaran algo que ella ya sabía. Por mi parte, sentí una mezcla de alegría y cautela. No quería darle demasiadas esperanzas a mi hija. Mi sorpresa fue mayúscula al ver a Lucero, quien hasta ese día, aunque trataba a mi esposo Enzo con respeto, no había mostrado ninguna simpatía hacia él. Soltando la mano de su madre, se lanzó a los brazo






