Mundo ficciónIniciar sesiónALONSO:
Filipo colgó en medio de su urgencia por ir a ayudar a su padre, al mismo tiempo que tenía que proteger a toda la familia. Pero no podía hacerlo él solo, debía movilizar a todos nuestros hombres. Hoy teníamos que enseñar al mundo quiénes somos de verdad. Nuestro poderío debía ser revelado o éramos hombres muertos.
En el mundo de la mafia, la ley que rige es la del más fuerte, y los Garibaldi estábamos a punto de demostrar por qué éramos los reyes indiscutibles de este infierno. Sentí cómo la adrenalina comenzaba a correr por mis venas. Como decía Fabrizio, no somos presas, somos depredadores. Era hora de que los lobos salieran a cazar. Hacía muchos años que habíamos conseguido un equilibrio en Roma. Por encima de todos estaba la Cosa Nostra, luego le seguíamos nosotros: Los Garibaldi, que habíamos unido fuerzas con los Greco al casarse nuestros hijos. Existían dos grandes grupos: ellos y nosotros. Manteníamos relaciones cordiales, cad






