247. CONTINUACIÓN
La miré horrorizada, incapaz de creer lo que estaba escuchando. Pero conocía a mi hermana y sabía que no mentiría sobre algo así.
—Dios mío, Diletta... ¿Cómo se te ocurrió hacer eso? ¿Te hizo daño Dante? ¿Te obligó a hacer algo..., ya sabes? —pregunté, preocupada de que al encontrarla así la hubiese violentado.
—No, él no me obligó a nada —confesó con una sonrisa pícara—. Diría que yo lo obligué, ja, ja, ja... Aunque no soy una experta en ese asunto, quería saber cómo era y... me subí encima de él así como estaba y lo convencí.
—Estás loca, si apenas están empezando... —me detuve al ver cómo me miraba fijamente. Tenía razón, yo me había entregado a Alonso cuando pillé a mi ex prometido engañándome—. ¿Entonces estás molesta porque te lo hizo? ¿Te dolió? ¿No fue amable?
Ella se quedó por un momento en silencio, como si temiera continuar con su historia. La dejé que se tomara su tiempo. Luego se acercó y casi en un susurro me dijo al oído:
—Comenzó a penetrarme y luego...
—¿Luego?