DANTE:
Nos quedamos en silencio, observando a Fabrizio, quien realizó ese gesto tan característico que todos conocíamos cuando algo lo perturbaba y que evidenciaba que su paciencia estaba llegando a su límite. Con una mirada inquisitiva, se acercó a Vittorio.
—¿Qué has descubierto sobre nosotros? —preguntó con un tono grave y amenazante.—La historia de su familia es un tesoro, una fuente inagotable de inspiración. Y en esa historia, encontré algo que me fascinó. Ustedes son únicos —respondió Vittorio, con la voz temblorosa, pero a la vez emocionada, como si hubiera esperado toda su vida para revelarle esto a los Garibaldi. Todos lo observábamos sin comprender la emoción que desbordaba. Para nosotros, acostumbrados a la genialidad de los Garibaldi en diversos campos, no entendíamos su entusiasmo ni por qué hab&iacu