días después:
—¿Y bien, licenciado? ¿Qué dicen los resultados?
Ethan sudaba de desesperación; sus manos temblaban. En el fondo sabía que aquella hoja arrojaría un POSITIVO, pero una parte de sí se negaba a aceptarlo. El horror de no ser lo suficientemente bueno para Willy lo carcomía.
—Calma, yo estoy aquí —Margaret apretó su mano—. Por favor, Ernesto, lea esos resultados. Ya no hay razón para continuar con esta tortura.
—Los resultados indican que… Joven, en efecto, el niño es suyo —dijo Ernesto con algo de incomodidad.
Ethan sintió que el suelo se desmoronaba bajo sus pies. El aire pareció escaparse de sus pulmones, y su visión se nubló.
—¡Te lo dije! —Gritó Alison con una gran mueca de felicidad—. Ya no tendrás pretextos, tendrás que casarte conmigo. Además, reconocerás a Willy legalmente y no conforme con eso, lo presentarás en sociedad.
—¿A ver, niñita? —Margaret la miró con furia—. ¿Qué es lo que pretendes? ¿Crees que serás feliz al lado de un hombre que no te ama?
—¡Usted, cáll