78

Fueron las horas más felices de mi vida. Después de aquel segundo desayuno, fuimos a sentarnos a la alfombra de la sala frente al hogar, Malec en mis brazos, Sheila abrazada a Mael como una garrapata, Quillan sentado entre nosotros.

Dejé que Mael respondiera a sus preguntas sobre lo que nos había pasado, porque yo no hubiera sabido qué decirles. Y tras un par de respuestas más bien vagas, él se las compuso para desviar la conversación hacia ellos y su vida en el Valle.

Malec fue el primero en quedarse dormido, acurrucado contra mi pecho, un pulgar en su boca, tranquilo y contento. Sheila lo siguió, sus bracitos todavía aferrados al cuello de Mael como para evitar que volviera a desaparecer. Quillan intentó resistir un poco más, hasta que lo insté a recostarse con su cabecita apoyada en mi pierna. Se durmió a mitad de una oración, mientras nos contaba algo sobre el v

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App