145

Permanecí a caballo, avanzando al paso hacia el límite del pueblo y los cultivos que quemáramos. No habían ardido completamente, y en la parte más alejada aún quedaba una alta pared de maíz maduro.

De sólo verla me dio mala espina, porque era lo bastante extensa para ocultar dos o tres docenas de hombres. Y apenas superé la última casa, escuché el rumor casi imperceptible, inconfundible, de las hojas moviéndose. Sólo que esa noche no corría ni siquiera una leve brisa.

Detuve mi caballo y desmonté sin apartar la vista de ese extremo. No me molesté en desenvainar el machete que colgaba de mi cinto, porque me sentía más segura con las manos libres. Mi falta de experiencia con armas blancas hacía que me resultara más sencillo usar mis propias manos.

Me interné entre las mazorcas quemadas directamente hacia la esquina en c

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP