-Ha estado dejando presas fuera de las casas de los lobos a mi cuidado. Supongo que me ayuda a alimentarlos cuando viene a mi territorio.
Liam sonrió un poco.
-Suena a algo que ella haría.
Desde la primera vez que el ave vino a visitar mi territorio, intuí que era especial de slguna forma. Podía sentir levemente la energía de Nuestra Gran Madre en ella.
Por eso no me extrañó que escogiera como refugio la cueva que contenía el altar más antiguo a Nuestra Gran Madre al Este de mi territorio.
La cueva en la que me convertí en lo que soy.
Guardamos silencio por un par de minutos antes de que se levantara.
-No sé cuándo volveré a verte, pero trataré de visitarte. - Dijo comenzando a caminar. - Me alivia saber que cuidarás de mis cachorros. Los Renegados ya les han dicho a los humanos que mi familia probablemente tenga la sangre que necesitan para...
Su cabeza giró tan rápidamente en mi dirección que escuché el crujir de su cuello.
El gruñido que salió del fondo de mi ga