Capítulo 79: No hay confianza, se acabó.
Salimos de la mansión y la escena que nos recibió fue un golpe en el pecho, un sonido mudo de esperanza y dolor mezclados.
La penumbra del crepúsculo estaba rota por la actividad. El patio trasero de la mansión, antes desolado y silencioso, era ahora un hervidero caótico, vibrante con la energía de la supervivencia. Habían llegado vehículos viejos, destartalados. Vi a Lobos Azulejas que yo creía muertos, o dispersos sin esperanza, levantando un campamento improvisado. Había abuelos, madres con bebés aferrados a sus cuellos, y lo más impactante: niños. Corriendo, riendo, sus voces agudas rompiendo el aire con una alegría pura que sentí como un puñal de alivio.
Mientras caminábamos hacia el borde del bosque, donde la vista era mejor, la realidad se impuso. Mi manada se estaba reuniendo. Familias que se habían separado por la invasión de Daren y sus aliados se abrazaban; algunos llorando con lágrimas de alivio histérico, otros riendo con la euforia del reencuentro. Era la imagen que me h