La noche se tornó más oscura, aquello que pretendía ser una velada romántica donde se recuperaría una relación que ya había expirado, se tornó en el momento más incómodo para Elena.
Elena llevó la mirada a su alrededor, los empleados se habían retirado, solo estaban ellos dos, ella sentía miedo ante la manera de actuar de Fabrizio, sus manos se tornaron sudorosas, con la mirada buscaba una salida.
—Fabrizio me quiero retirar, ya nos dimos cuenta que esto nunca podrá fusionar, sigue con tu vida, no te molestaré ni te reclamaré por lo que hagas, solo sé un buen padre —Fabrizio soltó una carcajada.
—Ay Elena, claramente sigues siendo la misma estúpida de antes —Elena frunció el ceño ante aquel comentario.
Fabrizio tomó los documentos en su mano y se acercó, con la otra mano lanzó los platos al piso desocupando la mesa, Elena dio un pequeño salto aterrorizada ante la manera de actuar de “su esposo”.
—Pero, ¿qué estás haciendo Fabrizio, qué rayos sucede contigo?, ¿todo esto es por qué desc