Una vez que Leonardo se retiró de la propiedad de la familia Fiorentini sintió un gran alivio en su pecho, no había logrado conseguir la tranquilidad que deseaba, pero sabía que podría disfrutar de su hijo por un tiempo mientras que las aguas estuvieran tranquilas.
Leonardo ordenó a sus hombres recolectar todo el dinero posible, en muy poco tiempo vendió todas sus propiedades y se preparó para cumplir con su parte, tomó a su pequeño hijo y se dirigió a la pista privada.
Tener a Santino en sus brazos era un premio, una segunda oportunidad que no perdería ni pondría en peligro, mientras que el avión despegaba Leonardo llevó la mirada a través de la ventana, en su interior sentía nostalgia por tener que abandonar aquella ciudad.
El lugar donde había crecido, lo que era se había formado allí, de igual manera había sido el lugar dónde había encontrado el amor, dónde su esposa hizo de él un hombre diferente.
Leonardo sentía nostalgia, extrañamente sentía en su pecho que allí quedaba alg