Debido a que la habitación era oscura con facilidad Elena perdió la noción del tiempo, habían transcurrido dos días estando atada a aquella silla, a la fuerza hicieron que comiera bajo las órdenes de Leonardo.

Todo su cuerpo le dolía, a pesar de que no podía ver en lo absoluto, sabía que las ataduras habían logrado causar que sangrara, el dolor era insoportable, los intentos por liberarse se detuvieron, dejó caer la cabeza sobre su pecho sintiéndose vencida.

En medio de aquella terrible situación Elena juró buscar la manera de hacer que Leonardo pagara por su tortura. A pesar de la relación que solía llevar con su padre lo mínimo que esperaba de él era que notara su ausencia.

Que por lo menos se hubiera tomado la molestia de acudir con las autoridades, necesitaba ayuda, no sabía por cuanto más lograría su cuerpo soportar aquel tormento.

Estaba bajo presión, sentía que el aire le faltaba, su boca se puso seca, su cuerpo comenzó a temblar sintiendo deseos de vomitar, Elena no logró so